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La importancia de un terreno sano

Té verde orgánico tratado con mucho mimo y sin pesticida

El campo del té de Sr. Toshiro Irie se sitúa a 450m de altitud en la frontera entre prefectura de Fukuoka y Kumamoto. La montaña Kugiyama es una de las regiones productoras más conocida de este té. Aquí en Yame, cuya apertura de la única fábrica se realizó hace más 39 años, se cultiva este té elaborado sin pesticidas ni abono químico.

Durante siglos, el té ha sido empleado como una bebida medicinal en China que posteriormente llegó a Japón y donde se le reconocieron esas propiedades medicinales que la han hecho tan popular. Sin más dilación, CHILL TEA se complace en presentarles al sr. Irie como uno de los principales referentes en el cultivo de este té que está ya tan arraigado en nuestras vidas.

Sr. Irie comenta cómo de importante es el terreno para producir el té.

“Existen muchas bacterias en terreno que nos ayudan que las plantas tengan esa resistencia tan necesaria. Cuanto más saludable sea el terreno, más resistentes serán contra las enfermedades y nos ayudarán a combatir posibles plagas. En el peor de los casos, teniendo alguna plaga, ya se encargará la cadena alimentaria natural. En este sentido, debemos crear un entorno beneficioso para los insectos para que nos ayuden. Creemos que es importante potenciar la curación natural de las plantas y no protegerlas con pesticidas.

Sorprendente fue cuando nos dio a probar el sabor de su tierra: tenia un ligero sabor a dulce sin llegar a ser áspera o amarga. Incluso la suavidad al tacto nos dejó sin palabras.

A simple vista, podemos apreciar en esta imagen, como las diferencias entre el suelo de los dos terrenos son importantes.

Remarcable es una experiencia que sucedió al sr. Irie cuando tan sólo tenía unos 20 años durante un ingreso hospitalario: un paciente en su misma habitación le ofreció una taza de té. Fue tan impactante su sabor que notaba como si hubiera recuperado su vitalidad instantáneamente; resultaba ser que era el té de Yame, donde él nació. “Sin aquella experiencia no habría empezado a trabajar en el campo.” comentaba. Es la principal razón porque la que sigue cultivando este té tan saludable desde hace ya más de 39 años.

“Por desgracia, al principio, nadie había captado la idea que yo tenía de cultivar té sin utilizar pesticidas o abonos químicos. Parecía una locura. Me comentaban que no iba a tener éxito la producción por culpa de las plagas. Tuve suerte porque mi campo se situaba en la cima de la montaña y no había otros campos alrededor. Podía experimentar sin molestar a los demás cultivadores y además, aprovecharme de la forma en V del campo con orientación sur que me hacía tener sol en cada rincón del campo. Era la zona ideal”

Pero las cosas nunca son tan simples como parecen: cuando el terreno es óptimo para el cultivo del árbol del té, también lo es para otro tipo de hierbas. Era incesante la cantidad de malas hierbas – en especial las ramas de yuca y trichosanthes – y había que eliminarlas a mano cada día.

“Nuestra regla es no intervenir tanto y dejar que la naturaleza se haga cargo. Hacemos esfuerzo para que no vengan tantos insectos, pero jamás usamos pesticidas; dañarían las hojas del té. Después de 5 años usando este método, el terreno empieza a cambiar. Aunque siguen llegando insectos, las hojas no enferman. Además, nos dimos cuenta que gracias a no intervenir directamente, una gran variedad de insectos como los pulgones, saltamontes y gusanos, nos ayudaban a mantener un campo más sostenible.”

Sr. Shunnosuke Irie, hijo de Toshiro heredó el campo y actualmente trabaja muy duro para mantener la cosecha que se sigue procesando con cuidado en la misma fábrica. El hijo comenta, ” Creo que hemos de buscar algo diferente. Nuestro método de producción es sin pesticidas ni abono químico. Es cierto que dedicamos más horas quitando malas hierbas que tocando las hojas del té, se suda mucho” – sonríe. “Consideramos a los millones de microbios que viven bajo tierra como nuestros trabajadores. Siempre hablo con mi padre para saber qué más podemos hacer para sacar un mayor rendimiento de ellos.”

El té fabricado por Sr. Irie ha pasado la inspección de residuos de insecticidas por UE-Alemania, que es la más estricta del mundo. Fue realizada en 2007 y es tan exhaustivo este examen que trata de detectar una gota de sustancia química en una piscina de 25 metros. Este éxito le ha llevado a ser reconocido mundialmente como un auténtico té orgánico. Sr. Irie viajó sólo a Alemania para esta inspección aunque no supiera el idioma.

La selección CHILL TEA de la serie orgánica está repleta de una historia de esfuerzo e ilusión por parte del productor. Nuestro sueño es que todo el mundo descubra la pasión y la seguridad escondidas tras este té.

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